El perchero
¿Acaso somos ovejas de rebaño con un mismo fin?
Esta primera imagen de Frato muestra niños y niñas colgados de un percheros cuyas expresiones lo dicen todo...
De esta viñeta podemos interpretar varias situaciones que se dan a menudo. Debido a la falta de tiempo y al estrés al que estamos expuestos en la actualidad intentamos que los peques permanezcan quietos y tranquilos el máximo tiempo posible. Además, también intentamos moldear a los infantes a nuestro antojo, sin dejar que se descubran, intentamos que sigan la norma, lo "normal". Pero ¿Qué es lo "normal" y qué es lo "anormal"? ¿Quién decide todo esto?
Los niños y niñas estorban
La falta de tiempo y el estilo de vida actual conlleva que los padres acaben el día agotados y que lleguen a casa con ganas de descansar. A veces me pregunto ¿Qué ha cambiado en la actualidad para no poder educar a uno o dos niños cuando antes educaban a ocho o diez? Que ambos cónyuges trabajen y la falta de conciliación familiar hacen que esta tarea se complique.
La nueva sociedad nos ha mal acostumbrado, todo lo tenemos al alcance con un solo click, obtenemos respuestas inmediatas y la paciencia es un bien escaso a día de hoy. La tecnología se utiliza cada vez de manera más temprana y, aunque contribuyan a que estemos tranquilos por un rato, las consecuencias de estos aparatos en la infancia son desastrosas.
La educación pública y gratuita debería ser de todos y para todos
Siempre se ha dicho que los hijos no vienen con manual de instrucciones pero todos coincidiremos en que es la responsabilidad más grande que nos presenta la vida, y por ello es importante formarnos, aprender e intentar ser mejores cada día. Sin embargo, ¿Qué ocurre con las familias en situación de vulnerabilidad económica-social? ¿Acaso sus hijos/as no tienen derecho, como ciudadanos, a recibir una educación como el resto?. El artículo 28 de la convención de los derechos del niño y de la niña de 1989 habla de la igualdad de derechos y oportunidades. Si un niño/a recibe en su casa una educación en valores, en emociones, en habilidades sociales, etc, ¿No tienen derecho otros niños/as, sin esa posibilidad en sus casas, a recibir esa misma educación por los servicios educativos? ¿Sobre quién recae la responsabilidad de la educación? ¿Y si caminamos juntos?
Es cierto que las prisas y el tipo de jornada laboral dificultan la tarea de educar a los más pequeños, pero hay familias que no tienen muchas opciones, no todas las personas tienen la capacidad y las herramientas adecuadas para buscar soluciones acertadas. Por todo ello, ¿Qué papel desempeñamos los educadores/as en este sentido?
El entorno es uno de los factores más potentes que influyen en el desarrollo personal
En una conferencia escuché a Frato decir que todo maestro/a que no hiciera bien su trabajo debía ir a la cárcel. Yo no me atreveré a realizar tal afirmación, pero sí creo que como profesionales de la educación debemos tomar conciencia de la importancia de nuestro cargo, y ser conscientes de que no se puede hablar de educación de los niños/as sin tener en cuenta la de su entorno, por ello, es una labor educativa explicar y dar pautas a las familias para facilitar el proceso educativo.
Algunos educadores/as pensarán que no sé lo que digo, que no es tan fácil, que las familias no siempre están dispuestas... Mi respuesta a todo eso simplemente es: "BIENVENIDOS AL ARTE DE EDUCAR". Y si no haces nada para cambiar las cosas simplemente porque no es fácil, el único consejo útil que puedo darte es que te dediques a otra cosa.
Les invito a reflexionar sobre el significado de "guardería" y porqué ahora se les llama escuelas infantiles. He oído a muchos docentes quejarse del currículo, de que no es flexible, de que dificulta su labor y un sinfín de quejas más, sin embargo, no conozco ningún apartado del currículo que diga que se debe poner la televisión a los infantes, que todos deben caminar al mismo ritmo y que las fichas son una buena herramienta para trabajar las diferentes capacidades. Realmente, ¿Qué, quién o quiénes dificultan una educación adecuada?